No se por que razón las personas tenemos pudor a mostrar nuestras emociones tristes más que las alegres, pero hoy me he puesto en un momento de tranquilidad a intentar ordenar todos aquellos objetos, libros, cuadernos, transparencias, programas, etc que han constituido mi vida, principalmente laboral, entremezclada con mis sentimientos, mis ambiciones, mi afán de desarrollo profesional, mis inquietudes, etc.
He acompañado el momento con música de Schubert, el complemento perfecto para caer en la melancolía, para preguntarme si tanto esfuerzo, estudio, e incluso sacrificio ha merecido la pena.
Entre papeles he encontrado también retazos de la historia más triste de mi vida, que me ha sorprendido que estuvieran en una antigua carpeta y la melancolía e incluso la tristeza se ha apoderado de mi.
Todos los pensamientos se encadenaban, aparecíendo recuerdos de infancia de mis hijas y de pronto, he sentido una angustia profunda.
Pero yo he titulado mi blog, EL CAMINO DEL BIENESTAR y sé que la tristeza es una emoción que responde siempre a un sentimiento de pérdida y hoy lo he podido comprobar una vez más, he perdido momentos de mi juventud, y de mi madurez, y he olvidado los problemas, las inquietudes de esa etapa de mi vida, las responsabilidades y el esfuerzo y sacrificio que había en mi vida.
Hoy, ahora estoy en la tercera parte del camino, no tengo que esforzarme por aprender si no me apetece, soy dueña de mi horario, puedo divertirme cuanto quiera y pueda sin tener que atender otras obligaciones, y es esto lo que dejará atrás la tristeza, porque soy consciente que tengo muchas cosas que disfrutar, muchos instantes de amor y el sentimiento de que siempre hice en todas las facetas de mi vida lo que creí que tenía que hacer.
Si estuve equivocada no me siento culpable, hice lo mejor que sabia y lo máximo que podía, desearía que a quienes me trataron, me conocieron y me quisieron nunca les hiciera daño y a aquellos que la vida se llevó por caminos lejanos al mio les deseo felicidad y que encuentren lo que anhelan.
Empiezo a sentirme mejor, porque en un momento como el que os he contado, hay que desahogarse escribiendo e inmediatamente ser CONSCIENTE DEL PRESENTE y valorar todo su contenido.
Resumiendo, ante la tristeza por lo perdido, escribir, y ser consciente del presente
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